El domingo viví un de las experiencias más emocionantes de mi vida como corredora.Muchos me habéis preguntado sorprendidos si no había corrido antes un maratón porque efectivamente,a pesar de llevar cinco años corriendo mi momento no había llegado,pero eso ya os lo conté la semana pasada en otro post.
Este maratón de París ha sido un viaje físico y mental para mi, desde que empecé a prepararlo una pregunta rondaba mi cabeza: ¿podré terminarlo sin sufrir demasiado?He visto multitud de videos de entrada a meta de diversas maratones y os aseguro que no es nada alentador,desde aquí os desaconsejo que lo hagáis!
¿Seré capaz?esta pregunta me recordaba a cuando estuve embarazada de mis mellizos y me iba a la cama siempre con la misma pregunta:¿podré con lo que se me viene encima?Afortunadamente para mí el maratón se puede entrenar (ser madre por desgracia no!).Lo que si me ha enseñado ser madre es que soy capaz de aguantar el cansancio hasta límites insospechados y esto me ha llevado a no rendirme durante estos tres meses.Tachaba cada día del plan de entrenamiento igual que un preso tacha los días en su celda,nunca miré más allá, solo me centraba en lo que tenía que hacer cada día y en un cuaderno fui apuntando los resultados.
Desde que aterricé en París tuve mucho cuidado con lo que andaba (para no cansarme),lo que comía (para tener una correcta carga de hidratos de carbono) y descansaba (no deambular y cansarme era importante).Tuve bastante suerte porque en vez de ir a hotel estuve en casa de unos amigos así que fue muy cómodo hacer vida normal.
El sábado por la mañana amaneció nublado pero me dio tiempo para salir a rodar un rato y recoger el dorsal en la feria del corredor sin que me lloviera!El trote mañanero hizo que me ambientara,después de tres meses de constante entrenamiento la última semana apenas había corrido y tenia la sensación de estar demasiado relajada (neuras de corredor...).
La segunda cosa que hizo que me metiera en materia fue ir a por el dorsal, formar parte de esa cola de personas que correríamos al día siguiente empezó a ponerme nerviosa.
Cuando me reuní con Laura y Cristina me dio muchísima alegría!Por fin se iba materializando nuestro sueño,ellas estaban más tranquilas,yo no,me sentía como la mascota del equipo,la que nunca había corrido un maratón.Intentamos relajarnos haciendo lo que se nos da mejor:comprar bien de merchandising en el stand de ASICS: Funda para zapatillas,tazas,camisetas,visera....vamos,si nos dejan un ratito más volvemos en números rojos!!!!!
La tarde transcurrió como en casa: siestita en horizontal y vuelta de reconocimiento para comprobar cuánto tardaría al día siguiente en llegar al punto de encuentro y donde se situaban la salida,la llegada y el ropero.De vuelta me comuniqué con Laura y Cristina y después unos 1000 mensajes logramos quedar para el día siguiente.
El domingo amaneció con sol,un día que presagiaba lo bien que me iba a sentir!Si me hubieran dicho que describiera un día perfecto para correr habría tenido exactamente el mismo aspecto que mostraba París el domingo.
Salir con mis dos amigas Campos Elíseos hacia abajo junto con más de 40.000 corredores me llenó de energía.En mis brazos ,con rotulador,escribí los nombres de mis hijos para poder verlos bien mientras corría,necesitaba llevarlos conmigo y de algún modo a nivel emocional este gesto me ayudó.
Laura fue nuestro reloj,ella iba pendiente del ritmo para afrontar el recorrido con máxima garantía.Cristina no me quitó ojo durante todo el recorrido,siempre pendiente y mirando de reojo que el resto del equipo iba OK.Sin restar seriedad a la carrera os diré que nuestras conversaciones dieron para mucho y entre risas quitamos hierro a lo que estábamos haciendo.
Tener a gente animando también nos distrajo mucho,en el km.5 con la bandera de Asturias nuestra cheerleaders,la madre y la suegra de Cris,emocionante!!!!!
Desde la salida me propuse olvidarme de pensar en la distancia hasta llevar 21km, de ahí al km 23 donde los padres de Laura pudieron vernos.
Poco a poco y disfrutando del paisaje los kilómetros caían sin más, por dentro hacía la revisión:piernas?bien,Corazón?bien, cabeza?bien,todo en orden .
En el kilómetro 31 me esperaba Gonzalo,mi marido,junto con nuestros amigos,creo que se quedaron encantados cuando vieron que íbamos felices y sin rastro de sufrimiento.
Conforme corríamos los últimos kilómetros veíamos auténticos dramas humanos,saltándome los detalles escatológicos, comprobé cómo el maratón hace estragos,en unos casos por arriesgar demasiado,en otros era evidente que no corrían con garantías de éxito alguno y la verdad es que es demoledor ver cómo sufren los corredores,se te parte el alma.
Entre todo ese drama humano solo podía pensar en la suerte que estaba teniendo y lo fuerte que me sentía,miraba a mis amigas y les decía:somos increíbles! y no lo decía por el hecho de correr ,lo decía porque somos capaces de compaginar el entrenamiento con jornadas laborales infinitas, con mudanzas,aviones,conferencias en inglés,novios,maridos,niños(en mi caso) y nunca nos rendimos.
En esta vida hay dos tipos de personas,las que viven aletargadas,metidas en una rutina que ni se plantean cambiar y por otro lado están los que eligen la vida incómoda,la del esfuerzo,donde no hay comodidad pero sí emociones,estos últimos son los que dejan huella,los que se esfuerzan para que alguien más disfrute y los que cada día se van a la cama sabiendo que el día realmente no da para más.
Llegar a meta me emocionó,a escasos metros de alcanzarla ya era imposible retener las lágrimas,poder abrazar a mis amigas y llorar de felicidad ,porque sola no lo hubiera hecho igual y no habría sabido a lo mismo,me llenó de paz.Mis siguientes preocupaciones fueron abrazar a Gonzalo y llamar a mi madre para tranquilizarla.
|
Esta foto resume toda la felicidad que se puede sentir en un instante.Foto de Aitor Audícana |
De este maratón me quedo con la tranquilidad de saber que,si uno entrena a conciencia la distancia se termina más o menos bien,por otro lado, no me planteo un reto que no incluya tan buena compañía,creo que hemos formado una Santísima Trinidad corredora y me temo que nos quedan muchas aventuras por vivir:Laura,amiga,carga ese TomTom que el año que viene nos llevas a Barcelona!
A todos los que estáis preparando maratón os aconsejo que os enfrentéis con respeto pero sin miedo,con esfuerzo y un buen entrenamiento, y por supuesto que en la medida de lo posible encontréis amigos con quien compartir el camino,es lo que mejor huella deja!
|
Cristina y yo,en algo que es mucho mas que un abrazo.Foto de Aitor Audícana |
Cristina, más de 10 años de amistad y más de 5 años corriendo,qué puedo decir,nos hemos visto en muchas situaciones:trabajando,en mi parto,en tu boda,tus promociones laborales,conseguir cole para mis hijos (el que se ha visto en esta situación sabe de lo que hablo),tus mudanzas,mis bajones...brindo por nosotras,por muchos maratones más juntas!Allways #twogether!
3hrs40 minutos de felidad,no es solo una marca,es un recuerdo que llevaré conmigo de aquí en adelante.Gracias a todos por vuestras palabras de apoyo, sois la gasolina de esta historia,no me dejéis tirada!